Colores
Tez morena, ojos oscuros, lisos sus cabellos, aquí ,se llama María ,allá… lejos en distancia y tiempo nubla su verdadero nombre que ya no sabe pronunciarlo . Traida de la misma mano que la pidió , y de la cual pocas caricias supieron darle ,ya no recuerda cuanto pasó , no tuvo el tiempo para contar las horas , los días , los años .
En medio de un griterío de niños se crió y creció , se encontró mujer, a pesar suyo. Dicen que todavía guarda su sonrisa de niña, un gesto tenue en sus mejillas, detrás de sus arrugas la mirada incrédula de la primera vez.
Siente que, desde siempre, sus manos están adentradas en el mundo de los ovillos de colores, así abriga a su familia, así come su familia .En una rutina temprana comienzan sus días, leche caliente, pan casero , un poco de orden y a su rincón , la espera el telar , trabajo de horas .
Atenta, María , sobre los surcos rojos ,amarillos ,naranjas , marrones ,anuda y desanuda mecánicamente lo que será una manta .
Levanta un instante la vista, a través de la ventana, en medio de la polvareda de la media tarde, la ve . Como todos los días se presenta imponente, impenetrable, segura, eterna .La montaña se eleva ante ella, le teme ,nunca pudo llegar estando tan cerca . No pudo .Detrás está la magia.
Una música desconocida viene desde allí .Cierra los ojos y baila , se envuelve entre la calidez de las lanas ,gira ,gira desenfrenadamente ,es día se torna noche .
Bruscamente se detiene. Silencio. Vuelve a su tarea, sus manos parecen maniatadas entre los hilos. Comienza a reír, disfruta, su manta está terminada .
Quizás algún viajero, se detenga y compre a la Maravillosa Montaña.
Tez morena, ojos oscuros, lisos sus cabellos, aquí ,se llama María ,allá… lejos en distancia y tiempo nubla su verdadero nombre que ya no sabe pronunciarlo . Traida de la misma mano que la pidió , y de la cual pocas caricias supieron darle ,ya no recuerda cuanto pasó , no tuvo el tiempo para contar las horas , los días , los años .
En medio de un griterío de niños se crió y creció , se encontró mujer, a pesar suyo. Dicen que todavía guarda su sonrisa de niña, un gesto tenue en sus mejillas, detrás de sus arrugas la mirada incrédula de la primera vez.
Siente que, desde siempre, sus manos están adentradas en el mundo de los ovillos de colores, así abriga a su familia, así come su familia .En una rutina temprana comienzan sus días, leche caliente, pan casero , un poco de orden y a su rincón , la espera el telar , trabajo de horas .
Atenta, María , sobre los surcos rojos ,amarillos ,naranjas , marrones ,anuda y desanuda mecánicamente lo que será una manta .
Levanta un instante la vista, a través de la ventana, en medio de la polvareda de la media tarde, la ve . Como todos los días se presenta imponente, impenetrable, segura, eterna .La montaña se eleva ante ella, le teme ,nunca pudo llegar estando tan cerca . No pudo .Detrás está la magia.
Una música desconocida viene desde allí .Cierra los ojos y baila , se envuelve entre la calidez de las lanas ,gira ,gira desenfrenadamente ,es día se torna noche .
Bruscamente se detiene. Silencio. Vuelve a su tarea, sus manos parecen maniatadas entre los hilos. Comienza a reír, disfruta, su manta está terminada .
Quizás algún viajero, se detenga y compre a la Maravillosa Montaña.
1 comentario:
En cada cosa que leo, veo tu alma!!! Y la siento muy cerca!!!
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