miércoles, 22 de mayo de 2013

¿Quién tiene el poder sobre La vida o la muerte?


Desde aquellos tiempos, desde antes de Sartre y desde Sartre hasta mí, existe la pregunta con inexistentes respuestas sobre la vida y la muerte. ¿Por qué nacemos para morirnos?. ¿Puede ser intrascendente un mundo inmortal?. ¿Por qué morimos si para algo nacemos?. ¿Qué es la vida?. ¿Qué es la muerte?. Éstos dos aspectos tan indescifrables con los que cotidianamente aprendemos a lidiar, en éste mundo real que nos cubre de intereses económicos, mientras construimos también intereses idealistas que queremos llevar a cabo.

Éste mundo real y monótono nos cega la posibilidad de esclarecernos la mente y ver algo aún más real que lo cotidiano, algo más real por que existe más allá de cualquier trabajo o familia, algo más real por se trata de pruebas y las pruebas afirman. La vida está afirmada y la muerte también.¿Quién tiene el poder si la muerte es un final y la vida es un comienzo? o ¿quién tiene el poder para aquellos que catalogan la muerte como comienzo de otra vida y la vida como comienzo de otra muerte?.

Si hablamos sosteniendo diferentes opiniones basadas en religiones y creencias, podemos citar infinitos ejemplos: el evangelio1 juzga en vida aquellos pecados cometidos que en la muerte pagaremos en el eterno infierno o aquellos pecados que en vida son perdonados por Dios y nos transportan instantáneamente hacia el cielo, junto al Creador. El judaísmo sostiene que vivir es la posibilidad que Dios le da al alma para volver de donde vino mediante actos de altruismo sincero, ésto se acciona dentro de un cuerpo finito; todo lo que se crea es finito, sólo el alma logra ser infinita al ser una parte de Dios. Por otro lado el budismo3 considera la vida como una energía que fluye a lo largo de todo el universo y no tiene principio ni fin, es un proceso continuo y dinámico de cambio. Para los budistas la muerte es un período de descanso, mediante el cual la vida recobra energías preparandose para nuevos ciclos de existencia. Y miles de creencias como el Hinduismo, Espiritismo, religiones indígenas, afroamericanas, etc. Hasta la misma ciencia -capaz de cuestionar las religiones- se convierte en un especimen parecido a eso mismo que cuestiona.



Me justifico aclarando que ésta forma hipótesis, preguntas y respuestas. Cuando hablamos de Ciencia hablamos de tomar una decisión sobre la vida y la muerte, como la eutanacia, donde la ciencia en manos del hombre ahí ejercería el máximo poder. Una decisión ética que lo pone al hombre en el papel de casi un Dios. Sartre presenta dos opciones: morir (dejar de ser) o no morir (llegar a ser). Las dos opciones que plantea son desesperantes por que ambas provocan angustia y una dificultad existencial. En éste sentido se podría decir que la vida de todo ser está signada por dos absurdos: el haber nacido y el tener que morir; en el medio se daría la existencia. Sartre dice que lo que en realidad vivimos es la muerte del otro, que vivimos un hecho externo a nosotros mismos y no la muerte de ése interlocutor si no su ausencia. Plantea que la muerte se conoce en formas particulares pero nunca llegaremos a conocer "la" muerte, sólo conocemos formas derivadas de ella. "Nuestra vida no es si no, una larga espera"4.

Ahora me pregunto ¿Qué esperamos?, Si planteamos la vida como Sartre, sería la espera que concluye en la no existencia. Entonces si vivir es esperar y la espera es un camino hacia la angustia de no saber que hay más allá de éste mundo. Si en palabras simples y concretas la vida no es más que una serie de acontecimientos, roles y experiencias que desemboca en algo superior a la existencia humana, algo superior a la eutanacia, una entidad desconocida que supera nuestra racionalidad. Entonces ¿quién tiene el poder sobre la vida o la muerte? Quién tiene el poder si nosotros no decidimos cuando morir ni cuando vivir. La vida está en manos de la muerte y la muerte en manos ¿de quién? ¿de ése destino creado por la vida al nacer? ¿o el destino en manos de la muerte?. No se puede tener experiencia de la muerte por que ésta es la negación de la vida.

Llegando a una conclusión se podría decir que algo sublime tiene el poder, y lo averiguariamos sólo muriéndonos. Podríamos decir que la muerte tiene el poder sobre la vida y aunque suene algo negativo se podría revertir ésa negatividad diciéndo que si la muerte no existiría en la vida nunca llegaríamos a ser libres. Por que la única manera de que un hombre sea libre es siendo finito. En ésa finidad actuamos cotidianamente con actos que compromenten a otros y si no fuera finita tendríamos todo el tiempo del mundo para revertir los hechos y volverlos a repetir una y otra vez. Como somos seres mortales y no disponemos de todo el tiempo ya que la muerte asecha donde sea, corremos riesgos y fallos. Y entre ésos riesgos acertamos y desacertamos y ésos desaciertos nos hacen ir en busca de posibilidades nuevas y hacer de nuestra vida una aventura.

Una aventura que según religiones desembocan en otra aventura o en aventuras eternas, dentro de otros envases que llevan nuestro ser. Vivimos tranquilos por que nos enseñan cómo vivir. Pero nunca nadie nos enseñó como se debe morir. Se necesitarian dos vidas y con ellas dos muertes. Una, para aprender y la otra para vivir. Pero como decia Sábato: "la vida es tan corta y el oficio de vivir tal dificil, que cuando uno empieza a aprenderlo, ya hay que morirse"5. Quizas la muerte no es el fin y es el comienzo de ésa segunda vida necesaria para vivir. Quizás basándome en las frases del reciente autor, podría y todos podríamos entender que tanto la vida como la muerte son hechos inesperados. Que ninguno de estos dos fenómenos son concretos ni predecibles, que lo esperado no sucede y que como decía Sábato lo inesperado es lo que acontece. Inesperado, suceder,vivir y morir: lo similar respecto a lo incontable.



Rabi Shimon Bar Iojai. "Zohar". Obelisco, 2011. Escrito Siglo XII, España.



El nuevo testamento. "Apocalipsis 20:15". Mundo. Chile 1974



Canon Pali. "Peta-vatthu Historia de difuntos". Worl tipitaka edition. 1955

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